1MSc. Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Departamento de Farmacia, Santiago de Cuba, Cuba
2MSc. Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Departamento de Farmacia, Santiago de Cuba, Cuba.
3MSc. Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Departamento de Farmacia, Santiago de Cuba, Cuba.
4Lic. Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Departamento de Farmacia, Santiago de Cuba, Cuba.

Introducción

Durante las últimas décadas la utilización de las plantas medicinales y productos que se originan de ellas se han extendido en el mundo y han ganado una gran popularidad, sin embargo, muy pocas especies y productos se han estudiado con fines médicos y un número menor cuenta con estudios realizados sobre su seguridad, eficacia y calidad (González, Ramírez y Jacobo, 2007; Khajoei y Reza, 2014).

La búsqueda de compuestos activos a partir de especies vegetales y con efectos sedante, hipnótico o ansiolítico, constituye una de las principales alternativas para el tratamiento de diversas afecciones del sistema nervioso y a su vez, un valioso aporte a la tarea de evaluar el uso de nuestra flora medicinal. Sin embargo, el uso popular de estas plantas medicinales sin un sustento científico, puede propiciar grandes efectos dañinos en la vida humana, ya que no se asegura la eficacia y seguridad que se requiere para la aplicación terapéutica de estas especies vegetales que, aunque puedan aliviar diversas afecciones en el sistema nervioso, también pueden conllevar a la aparición de reacciones adversas e intoxicaciones o hasta producir la muerte; por otro lado, es evidente que el consumo de plantas medicinales con efectos sedantes por nuestra población está en aumento a causa del estrés tanto laboral, social y emocional, que pueden provocar problemas de salud físico y mental, y otras como las enfermedades cardiacas, gastrointestinales y la hipertensión arterial (Del Hoyo, 2004).

Tomando en consideración lo expuesto anteriormente se hace necesario incrementar la búsqueda de información sobre el uso de plantas medicinales con efectos sedantes en una comunidad del municipio Songo - La Maya, provincia Santiago de Cuba, con vistas a conocer el estado actual del uso tradicional de dichas especies, y al desarrollo de futuras investigaciones dirigidas a la búsqueda de compuestos activos para ser usados como alternativas terapéuticas, por lo que el objetivo de la presente investigación es caracterizar el uso de plantas medicinales con efectos sedantes en una comunidad del municipio Songo-La Maya, provincia Santiago de Cuba.

Marco teórico

Etnofarmacología: Es considerada como el estudio científico de los usos tradicionales de plantas y otros organismos con fines médicos. La Etnofarmacología es un concepto surgido en la década de los 60ʹsen el ámbito de los agentes psicoactivos definiéndose como “La exploración interdisciplinaria de los agentes biológicos activos tradicionalmente empleados por el hombre” (Schultes and Reis, 1995, p. 14-27). La Etnofarmacología es una ciencia interdisciplinaria, ya que abarca la identificación, la descripción, la observación e investigación experimental de los efectos de las drogas utilizadas en la medicina tradicional, así como, el estudio fitoquímico que es muy importante para aislar los compuestos activos presentes en las plantas”. Esta ciencia va a depender demitos o leyendas, formando parte de las costumbres y tradiciones, que en conjunto constituyen el folklore de un pueblo (Dorado, 2020).

Indicadores etnobotánicos cuantitativos: El análisis de los indicadores en la etnobotánica permiten una mayor precisión en la búsqueda y selección de las especies candidatas para la obtención de productos bioactivos, a partir de la información del uso tradicional de las plantas medicinales obtenida de primera mano (Martínez, Arena y Barboza, 2007). Existen diferentes indicadores empleados principalmente en las regiones tropicales como el índice de valor de uso (IVU) y el nivel de uso significativo (NUS), aunque se utilizan otros (Marín, Cárdenas y Suárez, 2005).

Índice de valor de uso: Este índice expresa la importancia o valor cultural de una especie determinada para todos los entrevistados

Nivel de uso significativo: Plantea que aquellos usos medicinales que son citados con una frecuencia superior o igual al 20%, por los entrevistados que usan plantas como primer recurso para un determinado problema de salud, pueden considerarse significativos desde el punto de vista de su aceptación cultural y, merecen su evaluación y validación científica (Bermúdez, Bravo, Abreu y Kanga, 2019).

Metodología

Características de la investigación

Se realizó un estudio etnofarmacológico de plantas medicinales con efectos sedantes, en el período comprendido entre los meses de febrero a mayo del 2018 en la comunidad “Songo”, perteneciente al municipio Songo-La Maya, provincia Santiago de Cuba, Cuba.

Ubicación del Municipio Songo – La Maya

El municipio Songo-La Maya se encuentra ubicado en el extremo sur del Valle Central y la Vertiente meridional de la Sierra Maestra, en su sección Gran Piedra. Limita al Norte con el municipio Segundo Frente, al Sur con el Municipio Santiago de Cuba, al Este con los municipios El Salvador y Niceto Pérez en la provincia de Guantánamo y al Oeste con el municipio San Luis. Se encuentra a una distancia de la cabecera provincial a 29 km, y 973 km de Ciudad de La Habana (ONEI, 2019). La figura 1 muestra la ubicación geográfica de la Comunidad “Songo”, perteneciente al municipio Songo – La Maya, provincia Santiago de Cuba.

Figura 1. Ubicación geográfica del área de estudio, comunidad “Songo” del municipio Songo– La Maya, provincia Santiago de Cuba. Tomado del archivo: Songo-La Maya (Google Maps, 2021).

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Universo y muestra de estudio

El universo de estudio estuvo compuesto por los pobladores de la comunidad Songo, del municipio Songo – La Maya, Santiago de Cuba. La muestra fue seleccionada a través de un muestreo no probabilístico, constituida por personas de ambos sexos, mayores de 20 años, incluyendo a trabajadores, jubilados, amas de casas, yerberos y conocedores de plantas medicinales en el área de estudio. Siempre teniendo en cuenta que los informantes dieran su consentimiento para colaborar con la investigación.

Recolección e identificación taxonómica de las especies vegetales

El material vegetal se recolectó en la comunidad “Songo” del municipio Songo-La Maya. La identificación taxonómica se realizó por especialistas del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), provincia Santiago de Cuba.

Recogida de la información

La información se obtuvo mediante una entrevista apoyada de una encuesta semiestructurada establecida por el Programa de Investigación aplicada a la Medicina Popular del Caribe (TRAMIL, 2018), con algunas modificaciones que responde a los objetivos de este estudio.

Procesamiento de la información

La muestra de estudio fue caracterizada atendiendo a la distribución del número total de entrevistados por sexo y edad, nivel de escolaridad, ocupación y conocimiento de las plantas medicinales con efecto sedante. Las plantas colectadas fueron clasificadas y agrupadas por familia y nombre científico. Se determinaron las partes de las plantas, estado o forma de utilización, así como, los métodos de preparación, vía de administración y los usos medicinales de las plantas informadas.

Cálculo de indicadores etnobotánicos cuantitativos:

Para el análisis cuantitativo se determinaron los índices etnobotánicos: índice de valor de uso (IVU) y nivel de uso significativo (NUS), los cuales se relacionan a continuación.

Índice de valor de uso (IVU): El cálculo se realizó para cada una de las especies vegetales, según la metodología propuesta por Phillips (1996).

formula1

Donde: Uvis: número de usos mencionados por cada informante (i) por cada especie (s). Nis: número de informantes entrevistados Nivel de uso significativo (NUS): Para estimar el Nivel de uso significativo para cada especie y verificar su aceptación cultural, se utilizó la metodología propuesta por Germosén- Robineau (1995).

formula2

Donde: Uso especie (s): número de citaciones para cada especie. Nis: número de informantes entrevistados.

Resultados

Características sociodemográficas de la muestra de estudio

La muestra quedó conformada por 200 pobladores de la comunidad Songo, de ellos 116 pertenecen al sexo femenino (58%) y 84 al masculino (42%). Los entrevistados fueron distribuidos en seis grupos etarios (1) 20-30, (2) 31-40, (3) 41-50, (4) 51-60, (5) 61-70 y (6) >70 años, predominando el grupo con edades comprendidas entre los 51-60 años con 53 personas. Prevalecen el nivel escolar de Bachiller y los trabajadores representando el 29% y 42% respectivamente, en el total de los entrevistados.

Recolección e identificación de las plantas informadas

Fueron informadas por los entrevistados un total de 10 especies vegetales para fines medicinales, específicamente como sedantes. Las mismas fueron identificadas taxonómicamente corroborándose que las plantas informadas se correspondían con las clasificadas por el taxónomo.

Comportamiento del conocimiento y uso de las plantas medicinales con efecto sedante

Del total de entrevistados, 161 personas resultaron conocedores de plantas medicinales con efectos sedantes representando el 80,5%. De este grupo de conocedores, se encontró que sólo 130 de ellos (81,36 %) las utilizan para dicho efecto terapéutico.

Reportes de plantas con efectos sedantes y sus usos

A partir de las entrevistas realizadas se obtuvo información de 10 especies vegetales empleadas con fines sedantes, distribuidas en siete familias. La familia Lamiaceae fue la más representada con tres especies, seguida de la Asteraceae para la cual se reportaron dos. En la Tabla 1 se presenta la información referida al nombre científico, familia botánica, nombre común, además de los usos reportados para las especies reportadas.

Tabla 1.

Plantas medicinales reportadas por los entrevistados.

tabla1

Partes de las plantas, estado o forma de utilización, métodos de preparación y vías de administración

Las partes de las plantas empleadas con fines medicinales se muestran en la figura2. Se puede observar que la parte más citada por la población resultó ser las hojas, con un total de 128 citaciones; en orden decreciente le siguieron los tallos o ramas, las flores, la planta completa y la raíz con números de citaciones de 68, 44, 28 y 4 respectivamente.

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Figura 2. Partes de las plantas empleadas. Fuente: Elaborado por los autores

En cuanto al estado o forma de utilización de las plantas medicinales citadas por los entrevistados, se evidencia que la más común se corresponde con el uso del material vegetal en estado fresco (72%), indistintamente el 20% y sólo un 8% lo utiliza en estado seco, según se muestra en la figura 3

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Figura 3. Forma de utilización de las plantas. Fuente: Elaborado por los autores

Los métodos de preparación de las plantas medicinales que resultaron ser mayormente empleadas por la comunidad “Songo” fueron la infusión y la decocción, representando el 52% y el 48%, respectivamente. Empleándose como única vía de administración la oral.

Atendiendo a la cantidad administrada del medicamento herbario por los entrevistados, se detectó gran variedad en las unidades de medida de consumo de la preparación los cuales lo realizan de forma empírica sin una medida establecida, refiriendo principalmente una a dos tazas o medio vaso, con frecuencias de administración de una a tres veces al día.

De las 130 personas que usaban o consumían los preparados medicinales a partir de las especies vegetales, 74 personas (56,92%) la utilizaban principalmente en períodos de crisis de la enfermedad y 56 (43,08%) por tiempo indefinido.

Indicadores cuantitativos

Índice de valor de uso (IVU) y nivel de uso significativo (NUS)

En la Tabla 2 se muestran las especies citadas por la población con efectos sedantes, y los índices de uso calculados para cada planta. En el presente estudio, solo 3 de las 10 especies reportadas obtuvieron valores por encima del 20 % del NUS que se corresponden a Ocimum tenuiflorum L (39%), Justicia pectoralis Jacq. (35 %) y Lawsonia inermis L. (21 %).

Tabla 2.

Especies citadas por la población con efectos sedantes, y los índices de uso calculados para cada planta

tabla2

Discusión

Al estudiar el comportamiento del conocimiento y uso de las plantas medicinales con efectos sedantes en la muestra de estudio, se observó que en esta región o comunidad existe una elevada cultura acerca del manejo y uso de plantas medicinales para el tratamiento de las enfermedades nerviosas, principalmente la ansiedad y el insomnio. Este nivel cultural pudo estar influenciado por las condiciones económicas excepcionales en la que se encontraba el país en la década de los 90, lo que propició a un mayor uso de la medicina natural como vía alternativa para la cura de diversas enfermedades (Soto, 2002). La difusión de este conocimiento permite que los pobladores tengan acceso al mismo en su propia región, y que se generalice en las distintas comunidades, a fin de que su uso se difunda y con ello la necesidad de preservar las especies en las fincas y en los huertos familiares (Escamilla y Moreno, 2015).

La representatividad de las familias Lamiaceae y Asteraceae con tres y dos especies cada una, respectivamente, coincide con los estudios etnobotánicos realizados en Holguín por Heredia et al. (2018), y en Camagüey por Beyra et al. (2004); mientras que Acanthaceae, Lythraceae, Passifloraceae, Poaceae y Verbenaceae se observaron, con resultados similares, en estudios llevados a cabo en otras regiones de Cuba (Hernández y Volpato, 2004; Pérez et al., 2011; Escalona, Tase, Estrada y Almaguer, 2015). Estos resultados demuestran la diversidad de especies medicinales que abundan en el área de estudio y que los habitantes de la comunidad las utilizan por sus propiedades medicinales en el tratamiento de las enfermedades.

En general se informaron 10 especies usadas como sedantes, sin embargo, sólo tres de ellas (tilo, manzanilla y pasiflora) se encuentran incluidas en el Formulario Nacional de Fitofármacos y Apifármacos del Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba (MINSAP, 2014), para tratar esta afección nerviosa cuya actividad biológica ha sido demostrada. La especie albahaca blanca fue excluida de este formulario en el año 2010, por existir reportes de mutagenicidad y citoxicidad moderada (García, Vizoso, Ramos y Piloto, 2020), por lo que se hace necesario alertar a las autoridades sanitarias acerca del uso frecuente de esta especie por parte de la población. El resto de las plantas medicinales citadas carecen de comprobación experimental para la actividad sedante, aunque su uso tradicional para este fin se encuentra reportado en la literatura (Beyra et al., 2004; Hernández y Volpato, 2004; Roig, 2012; Heredia et al., 2018).

Además del uso sedante de las plantas, se reportan otros fundamentalmente para tratar el insomnio, los problemas digestivos, dolores en general e inflamaciones. Con menor frecuencia se encuentran los usos como laxante, relajante muscular, cicatrizante, inmunoestimulante, ayudar la función del corazón y tratar las infecciones, bajar la presión y la fiebre. Estos usos medicinales están en correspondencia con lo consultado en la literatura especializada para cada una de las especies citadas (Beyra et al., 2004; Hernández y Volpato, 2004; Carmona, López, González, Fernández, Barzaga, 2009; Zambrano, Buenaño, Mancera y Jiménez, 2015; Heredia et al., 2018).

Resulta común que las hojas constituyan el órgano de la planta más utilizada por los entrevistados. Este resultado pudiera estar asociado a que las hojas es la parte de la planta más abundante, asequible y que se regenera más rápido, contribuyendo a la preservación de las especies vegetales (Fuentes, 1981). Este resultado coincide con el estudio etnobotánico realizado por Chilquillo, Albán y Muñoz (2018), donde reportan que las hojas era la parte de la planta usada con mayor frecuencia por los pobladores de varias comunidades del Amazonas. Así mismo en el estudio llevado a cabo por Jiménez et al (2019), se hace referencia que la parte de la planta más empleada en la preparación de tratamientos medicinales correspondió a las hojas, en el área estudiada. El trabajo realizado por Rodríguez, Fuentes, Morales, Villate y Carmona, (2007), sobre un inventario florístico de plantas medicinales a través de entrevistas efectuadas a los pobladores del municipio San Luis, provincia de Pinar del Río, también reportaron las hojas seguida de los tallos como partes de las plantas más utilizadas por los entrevistados.

Con respecto al estado en que son utilizadas las plantas, se evidenció que es el fresco el que prevalece. Esto coincide con lo planteado por Martínez, Yesid y Cáceres (2000) y Rodríguez et al., (2007), los que opinan que las plantas medicinales se pueden utilizar en estado fresco, aunque el clima tropical húmedo de Cuba permite su colecta durante todo el año sin necesidad de secado. Por otra parte, es bueno resaltar que la población acostumbra a emplear las plantas medicinales en estado fresco, luego de su colecta, y no a realizar procesos de secado previo a su consumo, por su fácil accesibilidad (Claus y Tyler, 1989).

Atendiendo a la forma de preparación y vía de administración más empleada, prevaleció la infusión; siendo la vía oral la de mayor reporte. La infusión es considerada como uno de los métodos usualmente reportados en la literatura para la obtención de preparados o extractos de origen vegetal. Beyra, et al., (2004) realizaron un estudio en siete comunidades de la provincia de Camagüey, Cuba, sobre el uso popular e indicaciones de plantas medicinales, reportándose la decocción y la infusión como los métodos más comunes de preparación de los medicamentos herbarios; estos resultados, concuerdan además con los reportados por Pérez, et al., (2011) respecto a la forma de obtención de plantas medicinales.

Las especies con un valor de nivel de uso significativo (NUS) por encima del 20%, (Ocimum tenuiflorum L., Justicia pectoralis Jacq. y Lawsonia inermis L) refleja la importancia que tienen las mismas como productos alternativos en el tratamiento de las alteraciones nerviosas. Por otra parte, tributan a la validación de su uso etnofarmacológico que permitan hacer un uso más racional, seguro y eficaz de las mismas, cubriendo el déficit que existe en el cuadro básico de medicamentos convencionales con actividad ansiolítica (Boffill, 2008). De acuerdo con Bermúdez y Velásquez, (2002), estos datos pueden utilizarse como indicadores del grado de uso de las especies y como evidencia del nivel cultural sobre la utilización de las plantas medicinales en la comunidad investigada.

Conclusiones

El 80,5% de los entrevistados mostraron tener conocimiento sobre el uso de plantas medicinales con efectos sedantes. Se informaron un total de 10 especies vegetales, siendo la familia Lamiaceae la más representada con tres especies. Las hojas fue el órgano de las plantas más empleado, predominando la infusión como forma de preparación, en estado fresco preferentemente, administrada por vía oral. Las especies con mayores índices de valor de uso y nivel de uso significativo fueron Ocimum tenuiflorum L., Justicia pectoralis Jacq. y Lawsonia inermis L.